Hoy tengo el agrado, más que el agrado el placer de presentarles a un amigo, profesional y colaborador de mi blog, Uriel Eugenio. Es un honor para mi que me ofrezca su participación en mi blog…pronto entenderán el por qué.
Las redes sociales son justamente eso, sociales: están formadas por personas. Y este factor personal tiene una gran importancia en las interacciones, incluso en las interacciones cliente-empresa, o mejor dicho, cliente-‘persona que actúa en nombre de la empresa’.
Para mí, una de las experiencias más molestas en las redes sociales es tener que dirigirme a una empresa y no saber cómo hacerlo: ¿‘Estimada empresa’? Obviamente no es la empresa la que va a leer o contestar mis mensajes. ¿‘A quien corresponda’? No sé, suena muy distante, no termina de convencerme. Si voy a entrar en contacto con una persona, me gustaría saber cómo dirigirme a esa persona.
Cuando entramos en cualquier tienda física, sabemos que quien nos atiende lo hace en representación de la empresa, pero es una persona; y en muchos casos, lleva un pequeño cartel con su nombre, como si fuera necesario resaltar que no se trata de un autómata. Incluso al atender por teléfono se suele usar una fórmula del tipo ‘Buenos días, mi nombre es Uriel Eugenio, ¿en qué puedo ayudarle?’.
Mi pregunta es, ¿por qué no llevar esa misma práctica a las relaciones cliente-empresa en las redes sociales, en las que el contacto personal queda relegado por el uso del ordenador como intermediario? ¿Por qué no presentarnos, explicando que seremos la persona encargada de responder a sus mensajes, y dar nuestro nombre? Sé que en muchos casos la persona que nos atiende puede cambiar, de la misma manera, en una tienda física un día nos puede atender una persona, y al día siguiente otra diferente. El punto está en presentarse como persona, incluso al representar a una empresa.
De hecho, si se diera el caso de que haya dos –o hasta tres– posibles interlocutores de la empresa en las redes, yo haría una presentación conjunta, diciendo, por ejemplo ‘Hola, soy Uriel, y junto con Gabriela, seremos quienes atiendan sus dudas’. La idea es hacer saber a nuestro interlocutor quiénes somos, y darle la oportunidad de que dirija a nosotros –con nuestro nombre si así lo desea–, sus mensajes.
En nuestros contactos con las empresas a través de las redes sociales el aspecto personal tiende a perderse por el hecho de utilizar el ordenador como intermediario, y es por eso que el aspecto personal debe cuidarse con especial interés.
